...mis veintisiete caracteres con que debo escribir cada vez que las manos se desatan...
22 abril 2010
Bitácora de un abandomuerto
20 abril 2010
¿Dónde se fue “mi sonrisa”?
Errare Humanum Est (Too late!)
18 abril 2010
Una mas por la legalizacion de las drogas
Estos días ha salido a la luz una más de esas ideas que de verdad podrían no sonar ridículas si la propuesta y los fundamentos tuvieran una base sólida, sin embargo cuando las palabras se emiten con la intención de impactar en los medios y brillar unos días en las pantallas de televisión, se vuelven poco menos que un chiste de muy mal gusto. El tema: la legalización de las drogas. El emisor: Santiago Creel Miranda.
Si bien es cierto que la polémica y el debate no pueden faltar en ese tópico, también debe aceptarse que no se puede proponer una panacea sin estudiar todos los efectos que tal o cual acción puede generar.
Me resulta ridícula la propuesta pero no se piense que por la persona que lo ha dicho ni mucho menos. Creo que el legislador se ha atrevido a expresar una opinión y una preocupación legítima y valiosa sin duda, pero ante su argumento de que muchos estados de nuestro país vecino del norte han logrado progresar en el debate y legalizar el consumo de estupefacientes y, obviamente, ante tl muestra de madurez y modernidad el Estado Mexicano debe seguir pasos similares.
Creo que una propuesta de esa magnitud no debe estar sujeta a la percepción del mismo tema que se tenga en sociedades distintas, quizá habrá posibilidad de discutir el tema pero hay que ponderar que las sociedades, las ideologías, la capacidad económica y la composición social son muy diferentes y ello debe considerarse a la hora de entablar la discusión o sugerirla.
Sería irresponsable pensar que por la vecindad que compartimos con los Estados Unidos, tenemos la misma visión hacia el futuro y que emulando sus decisiones llegaremos a ser una nación similar a la suya. He escuchado las ventajas que la legalización traería al país como la posibilidad de derrumbar los cárteles de la droga y la violencia que se vive en el país. Me suena a una visión algo más que utópica, sería tanto como decir que al retirar a Elba Esther de la dirigencia del SNTE la educación en México sería mejor de forma instantánea.
Es cierto que con el cambio pueden llegar mejoras, pero no hay que engañar al pueblo, como se acostumbra y prometer que la suya es la vía mejor para todos. Ya sé que en su profesión, la venta de promesas es el pan (PAN) de cada día, pero uno llega a cansarse de tanta harina y tan pocos huevos para lograr la masa.
Fue el mismo error que tuvo Calderón al minimizar los efectos colaterales que la lucha contra el narcotráfico tendría, y si bien es cierto que las estadísticas (oficiales) pueden estar de su lado, también es cierto que una imagen vale más que mil palabras y hay muchas con las personas inocentes caídas.
Recomendaría al señor Creel que si la propuesta la ha hecho con una conciencia clara de todas las consecuencias que tendría, que elabore pues un documento en forma y argumente en pro de llevarla a cabo, que si no, será mejor guarde sus palabras o frases de gloria para otro espacio.
El “sospechosismo” nunca fue buen inicio y yo sospecho que tal aseveración de abrir el debate respecto de la legalización de las drogas tiene más de lo que a simple vista puede verse. Hágame ver errado senador y de ser así créame que aplaudiré sus palabras, pero entre tanto, no puedo sino decir que deje de estar tan atento a lo que hacen en otros países y comience por preocuparse por el nuestro, que para eso se le paga. Acuérdese, “el buen juez, por su casa empieza.”
Miscelaneo (disculpen el acento pero esta maquina no me deja ponerlo)
La primera que recuerdo ahora es la erupción del volcán en Islandia que ha paralizado los vuelos en el viejo continente no a causa de un peligro de fundición o incendiario, hay que recordar que posterior a la erupción, queda una nube de polvo y ceniza, que en este caso fue de varios kilómetros de altura y que siguen suspendidas.
El problema per se no son las cenizas, lo que ocurre es que la composición de dichas partículas tienen propiedades abrasivas, por lo cual, si se intentara un vuelo a través de la nube, es muy probable que los motores se atascaran con el sabido peligro que ello conlleva. Hace tiempo que no se veía una explosión tan fuerte, recuerdo una erupción submarina pero esa es otra historia.
Sin duda alguna la Naturaleza parece despertar de un letargo en el cual nos permitió aprovecharla cuando no abusar de ella y un servidor imagina que comienza a demostrar que a su voluntad puede destruirnos. Ello se suma a los temblores que se han suscitado en varias regiones del planeta, las lluvias torrenciales, los huracanes y otras manifestaciones que deberían hacernos actuar no seguir planeando de aquí a veinte o treinta años.
Por otro lado, seguimos con las patadas de ahogado que el RENAUT, ahora se han sacado de la manga que sancionarán a todos aquellos que registraron datos falsos en la primera etapa del registro, ¿tan dificil será aceptar que les falló la planeación? Después, se ha descubierto el hilo negro, el número IMEI de los celulares mediante el cual, dicen, ahora sí darán de baja los números que se reporten como robados o perdidos.
Señores míos, el número IMEI y esa función que ustedes anuncian con bombo y platillo ya era algo que se podía hacer aunque uno debía comunicarse con la empresa fabricante del celular, pero como ellos no lo conocían pues ahora que se lo presentan hasta los ojos les brillan.
Creo que esto será lo mismo que cuando se intentó en el DF que todos los automóviles tuvieran seguro contra accidentes: las mismas fumarolas pero nada de nada al final, y es que no es siempre por las leyes, sino por la ineptitud de aquellos que las proponen y luego no pueden llevarlas a cabo.
También he leído que “ahora sí” se transparentarán los cargos por disposición en los cajeros automáticos de cualquier banco debido a que no se específicaba de manera clara, los costos que cada transacción tenía. Vaya, por lo menos el nuevo presidente del BANXICO se ha puesto a trabajar, bien por el buen amigo Carstens. Me pregunto si la presión por la recuperación económica nacional y las promesas de crecimiento por arriba del 3% para este año ya lo habrán hecho bajar la masa corporal.
En el arte del celuloide se ha estrenado Furia de Titanes, que al menos en los carteles, pinta para ser una buena película. Resulta claro que las ideas se les terminan a los guionistas y deben regresar a esa fuente inagotable de historias que es la literatura, lo cual es bueno. La historia pinta interesante: Perseo, Hades, Zeus, la mitología griega es una de las más enigmáticas, esperemos que no decepcione. Todavía no la he visto pero en cuanto lo haga tengan por seguro, queridos lectores que habré de escribir qué me pareció.
Por ahora creo que detendré el recuento porque debo calificar unos exámenes y no me dará tiempo si sigo con esto, pero ya tendré más que dar, ya se sabe que en México, cada día es más sorprendente que el anterior. Por cierto, se está fraguando un proyecto editorial del que próximamente les daré avances, espérenlo.
Los rios de sangre
Aunque se tiene la certeza de que el homo sapiens sapiens es el único ser con capacidad de razonar de entre todos los que habitamos este mundo (o por lo menos es lo que él miso dice, quizá para justificar muchas atrocidades), parece que no le basta con la repetición de la subespecie y se esmera por confirmar lo contrario. Al hombre se le dijo “multiplicaos” pero nunca se le especificó un límite, y en el abuso del libre albedrío, al grado de pensar que somos dueños de todo lo que hay a nuestro alrededor, nos hemos multiplicado más allá de lo que este generoso cuerpo celeste nos puede brindar.
Las regiones más hostiles del globo no escapan a la huella del hombre. Cada vez somos más y parece no haber método para el control de la natalidad, ni la abstinencia, ni la información, ni el uso del preservativo u otros métodos anticonceptivos, vaya, ni siquiera el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que se considera la epidemia del siglo XX (y ya de lo que llevamos del XXI).
Las leyes naturales han logrado ser modificadas aunque no olvidadas. La medicina, la farmacología, la industria alimentaria han contribuido a retardar una de las fundamentales, aquella que preservaba cierto equilibrio en beneficio del ecosistema aunque no de la especie: la ley de la muerte.
Mediante el mejor conocimiento del cuerpo y sus funciones, se ha logrado aumentar en cantidades sorprendentes, la esperanza de vida del hombre hasta, más o menos, setenta y cinco años per cápita, lo cual, si lo vemos desde nuestra conveniencia (como acostumbramos) es magnífico. Sin embargo no nos ponemos a pensar (y es que a quien le interesa) que al vivir más tiempo, consumimos más, contaminamos más y no dejamos que haya cambio de ciclos sino que nos amarramos a la vida hasta las últimas consecuencias, no obstante las penurias de una vida demasiado longeva.
Pero tampoco hay que alarmarnos tanto, al parecer la Tierra siempre tendrá un as bajo la manga. Ha desarrollado mecanismos para hacer cumplir su ley y no hay quien logre escapar todavía del destino final. Recursos como la enfermedad, el hambre, la guerra parecen ser los más efectivos.
Particularmente en México, es de notar que hay gente fiel a los designios del planeta y se esfuerza por echarle una mano en la consecución de los mismos, no obstante que el tirano gobierno quiera frenarlos por no comprenderlos, ellos están decididos a reestablecer el equilibrio y lo harán a toda costa.
No se piense mal, que no hablo de los narcotraficantes que envenenan a las personas y las matan lentamente, no, esos son sádicos que disfrutan con el sufrimiento ajeno. Hablo de aquellos misericordiosos que viven para ver que otros no lo hagan más, con el objetivo de contrarrestar la sobrepoblación que sufre el mundo: los sicarios.
Hemos de aceptarlo, los matones han vuelto vigente la ley natural de la muerte con la diferencia de que ellos llegan de forma más intempestiva. Son ayudantes, pues, de Natura en la tarea de revivir al planeta, todavía no comprendo entonces porque tanto se les persigue.
Mediante un fusil de asalto, rifles AK-47, ametralladoras o armas de otro tipo van por la vida garantizando la pronta despedida de este mundo cruel. No es importante que no haya solicitud expedita de muerte, en ocasiones hay promociones de grupo. Por supuesto que las balas perdidas son cortesía de la casa.
La violencia los engendra y los capos los hacen su mano ejecutora (al menos algo debía aprenderles el poder Ejecutivo de la nación, ellos sí hacen honor al nombre) sea para suprimir la competencia, para vigilar territorios, extorsionar, o dar lecciones que seguro no se olvidarán.
El país se ha vuelto una cuna de agresiones deliberadas y cotidianas. ¿Cómo es posible que estemos tan acostumbrados a escuchar de asesinatos en Cd. Juárez? que el día que no hay, nos resulta preocupante. ¿Cómo no nos sorprende que estudiantes valiosos de una institución educativa sean acribillados en el estacionamiento de su escuela? ¿Qué pasa cuando en un evento público en Michoacán estalla una granada de fragmentación y nadie sabe quién la lanzó? ¿Cómo somos capaces de ver todos los días que los periódicos de la nota roja encuentran material de sobra?
La última de estas noticias que me impactó fue la de ayer en Acapulco: la muerte de siete personas provocada por sicarios que perseguían a dos hombres. Hubo, por supuesto, tiroteo indiscriminado, que dejó muertos a los dos blancos y a un policía federal, además de una mujer y dos niños, uno murió en el tiroteo y una niña con heridas en el tórax y la cabeza, fallecida en el hospital.
También escuchamos de las agresiones a los consulados de Estados Unidos, uno con decesos y el otro, afortunadamente, sólo el susto. Hechos que provocaron la presencia de altos mandos del gabinete estadounidense, casi como una suerte de regaño para el gobierno mexicano.
Todos sabemos a razón de qué se desató esta serie de acontecimientos. Y la causa fue la participación del ejército en la lucha en contra del narcotráfico, que ahora comienza a dejar mayor participación a la Policía Federal.
Pero a los ciudadanos les da igual si ejército o si policía. Mientras el secretario Gómez Mont dice que son reacciones para calentar las plazas. Será tal vez porque a él no le han matado un hijo, o porque él no comete la extrema estupidez de revelar su domicilio como sí lo hicieron con la familia del marino caído en el operativo donde murió “el jefe de jefes”, con las sabidas consecuencias.
Es cierto que la lucha pinta para ser cruel, con bajas numerosas de ambos lados, pero al final, los que quedan en medio, la carne de cañón somos los ciudadanos que cada día salimos con mayor temor a la calle, con la certeza en aumento de que quizá el próximo seré yo. Porque las calles son una ruleta rusa en la que cada día estamos más cerca de esa bala única, y ya lo dije, ni siquiera necesitamos ser el objetivo, sencillamente podemos ser un efecto colateral.
No creo que se trate de apoyar o no la estrategia del presidente Felipe Calderón en contra del crimen organizado, sino de tener una leve sensación de que la seguridad mejora, porque a este paso la paranoia colectiva se transformará en pánico y sabido es que el pánico se esparce en un segundo. Y una sociedad con pánico se transforma en una horda, de la que más vale sólo imaginar lo que podría hacer. El terror hace estúpida a la gente, a la masa y eso es incontrolable.
Lo más terrible sería entonces qué haría el gobierno ¿enviar también al ejército? No se puede esperar que el ejército sea la solución todas las veces, sin olvidar que el uso del ejército es para situaciones extremas. Pero aún con esta preocupación, es claro que los altos funcionarios no tomarán en cuenta el sentir de un simple ciudadano, de modo que lo único visible a corto plazo es soportar el terror y tratar de continuar con la esperanza de que la bala no se dispare.
El miedo y el riesgo siempre estarán, pero no me resigno a vivir en un país donde si no te asaltan, te secuestran, te extorsionan o te matan y nadie se queja. Yo tengo tanto temor como el que más, y hoy me atrevo a decir que no se puede vivir tratando sólo de sobrevivir.
Ya basta. Lo digo con rabia, con coraje y con la impotencia de querer hacer de este un país mejor y mirar como cada vez se desmorona más y más. No me importan los narcos, ni el ejército, ni siquiera los sicarios, simplemente ya no quiero entrar a casa sintiendo en las suelas de mis zapatos el pegajoso bermellón de la sangre que no deja de correr.
15 abril 2010
El circo del RENAUT
Parecería mentira todo esto que digo si se toma en cuenta el año en el que nos encontramos con los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, esta última que nos otorgó la Carta Magna que rige todavía la vida nacional.
Sin embargo, de algún modo los mexicanos encontramos siempre un resquicio en las normas o, por nuestra naturaleza divina, consideramos que aplica para todos en el país excepto para nosotros. Ello es si tomara parte por la jurisprudencia y argumentara que el ciudadano es el problema mayor de todas las sociedades.
Pero hay que ser sincero al menos una vez al día y este momento es el que yo aprovecho para tales fines. Mucho de estas actitudes, si no es que la mayor parte, tiene la culpa el espíritu de las leyes, y no me refiero a aquel gran texto escrito por Montesquieu, sino al espíritu con que muchas de las leyes mexicanas se formulan: con incongruencias, con argumentos endebles, razones absurdas y de trasfondo, un poder legislativo más parecido a la la Rebelión en la granja de Orwell que a un parlamento.
Esto fue lo que pasó con el famosísimo Registro Nacional de Usuarios de Telefonía, el RENAUT, que entró en vigor en el 2009 y cuyo fin era elaborar una base de datos con la información de los usuarios de telefonía móvil so pretexto de que con ello disminuirían los números de extorsiones telefónicas, amenazas y demás delitos relacionados con llamadas.
Ya desde el principio se notó que los legisladores tienen todas las buenas intenciones pero ni una pizca de previsión, por no decir de inteligencia, pues no sólo se trata de elaborar el texto y lanzarlo a la votación de tanto sátrapa en el congreso. No, además, señores diputados y senadores, hay que establecer las bases de infraestructura, de convenios con las empresas prestadoras de servicios de telefonía móvil, modos de resguardo y confirmación de veracidad de la información registrada, y todos esos puntos que no pensaron al calor de la alegría por su buena acción del día.
Así, cómo no pensar que aquello se convertiría en un circo. En principio no había control sobre si los datos serían revisados o simplemente bastaba con registrar cualquier nombre.
Ah, pero se les ocurrió entonces que habríamos de registrar el CURP, y entonces las redes sociales hicieron lo suyo y comenzaron a circular Claves de eminentes personalidades del país con las cuales podíamos ingresar al Registro. Todo ello un poco como muestra de desconfianza y de inconformidad en la disposición.
Y es que, si hemos de aceptarlo, la medida fue impuesta sin mayor explicación de sus ventajas o sus beneficios posibles. Quizá se logró un setenta y cinco por ciento de usuarios registrados pero más fue por la amenaza de perder la línea telefónica que por verdadera convicción de que ello mejoraría la situación o la percepción de seguridad.
A todo esto, el pasado sábado diez de abril de 2010 fue la fecha límite de registro y el Apocalipsis telefónico parecía acercarse y nuevamente las leyes triunfaron sobre las leyes.
Las dos compañías de telefonía móvil más importantes del país interpusieron el recurso de amparo en contra de la suspensión de las líneas telefónicas de aquellos usuarios que no hubieran podido registrarse. El recurso prosperó y, ¡bendito sea el endeble y corruptible sistema mexicano!, gracias a ello mi línea todavía funciona. Así de grave y de serio fue el asunto del RANAUT, que, como boxeador vapuleado, amenaza con regresar pero ahora sí en serio.
Señores legisladores, dejen de inventar el hilo negro y de utilizar demasiado sus cerebros: la inteligencia es una habilidad que se adquiere con los años, no pretendan ser iluminados en temas que ni pronunciar bien pueden. Como el grueso de los mexicanos, no confío en ustedes, no siento que me representen, no los elegí. Recuerden que son Servidores Públicos y hasta donde yo sé eso significa que deben servir al pueblo, cosa que no se ve.
Ya no les pido que regresen todos los ingresos superfluos que reciben sin merecer. Sólo quiero que se pongan a trabajar, aunque sea una vez en su vida, y no inventen organismos cuyos cimientos no hayan bien podido establecer.
El RENAUT seguirá siendo un circo, la extorsión seguirá y entonces ¿qué más se les ocurrirá?
14 abril 2010
Luto en Polonia
Ya decía yo que las tragedias son siempre para contar pues no todo en la vida son alegrías ni momentos gratos, por ello es que debemos aprender a disfrutarlos y llevarlos siempre en la memoria para los tiempos difíciles y estos lo son. El tiempo no se detiene a pesar de que uno pudiera desearlo fervorosamente. Todos estamos de paso en este mundo y en algo tenemos que ocupar los instantes que tenemos para los fines que mejores nos parezcan, los amigos se van, los amores se olvidan, los hijos son prestados, nuestros padres no son eternos: uno está rodeado de personas en su propia soledad, es la maldición del hombre.
Sin embargo, a veces parece que los buenos son los que se nos acaban y el destino nos los roba y que los nocivos viven más y se multiplican. Uno de estos casos es, por lo menos por lo que las imágenes nos muestran, el de Lech Kaczinsky, presidente de Polonia quien el pasado sábado perdiera la vida a bordo de un avión junto con la primera dama y noventa y cuatro personas más, todos ellos grandes cabezas políticas del país europeo. En ocasiones, la magia o la casualidad pretender recordarnos que no todo se centra en el racionalismo puro y el carácter cientificista que algunos promueven y muchos siguen, digo lo anterior porque el lugar donde Kaczinsky murió fue en Smolensk, lugar que en 1940, tristemente se volvió célebre por la matanza a manos soviéticas de veintidós mil polacos: soldados, médicos, abogados, maestros: personas. Resulta pues doblemente doloroso el deceso del mandatario.
Dice el diario Publimetro en la edición del lunes doce de abril de este año: “En Polonia, el día más importante para salid de compras es el sábado [...] sin embargo este fin de semana fue diferente.” Yo no me diré erudito en temas de política, mucho menos en política internacional, pero muchas veces una imagen vale más que mil palabras y las imágenes que he visto resultan reveladoras: un pueblo triste que llora la muerte de su capitán, de un líder que habían esperado por años y que se ha ido; un pueblo que despidió los restos abarrotando las avenidas principales de Varsovia; un pueblo que llenó de veladoras y flores el palacio nacional; una bandera que ondea a media asta.
La sorpresa no surge de la muerte del presidente, ni de las circunstancias en que se dio. No, surge del tamaño del dolor que hay ahora en Polonia, de las más sinceras muestras de duelo por él, que son las de su pueblo. ¿Cuántos ex mandatarios mexicanos podrían tener un destino similar? Creo que serían pocos. Un hombre es tan pequeño o tan grande como sus sueños lo sean y la historia lo juzgará por sus acciones, a Kaczinsky ya lo ha juzgado su pueblo. Vaya pues un pésame que cruce el Atlántico hasta el viejo continente y se quede flotando hasta que la resignación les llegue. Yo no lo conocí, es cierto, pero hoy conocí a su pueblo y eso me ha dicho más de él de lo que he necesitado.
Tragedias de la semana, parte 2
No parece haber cabida para el descanso si de noticias se trata, no obstante que las más sean de aquellas desagradables. Apenas nos hemos recuperado del impacto que tuvo en todo el mundo pese a la distancia la situación vivida en Haití con el terremoto que dejó millones de dólares en daños y muchísima gente damnificada. Fenómeno que, a decir de los expertos, tardará muchos años en superarse no solo en lo material sino también en lo emocional. Aquello fue una noticia que sacudió el inicio del año y lo marcó con una huella de sufrimiento y que al final sirvió de pretexto perfecto para que el eterno conquistador norteamericano aprovechara y estableciera una base militar en aquel país caribeño.
Por otro lado y no menos terrible resultó el terremoto registrado en Chile el mes pasado que igualmente dejó daños en edificios, gente damnificada, desabasto de alimentos y servicios y particularmente para el mundo de las letras, interrumpió el tan anhelado Congreso Internacional de la Lengua Española que reunía a representantes de las treinta y dos academias de la Lengua Española en Valparaiso, donde además, se presentarían obras de dos grandes de la literatura hispanoamericana: Neftalí Ricardo Reyes Basoalto o Pablo Neruda y Gabriela Mistral y aunque se pretendió continuar dicho evento por internet, definitivamente ya no fue lo mismo.
Había pasado aquello y nos vinieron las inundaciones en Brasil que provocaron deslaves y han provocado más de doscientos muertos hasta el momento. No olvidamos tampoco el temblor registrado en Mexicali, Baja California de siete grados y medio en la escala de Richter que además de los daños obvios del siniestro, ha causado un pánico terrible entre la población que ha decidido incluso dormir en la calle para sentirse seguros. Y es que no es para menos, después de más de cien réplicas registradas deben tener de sobra razones.
El punto al que quiero llegar es que Natura parece enviarnos un mensaje, quizá ya desde antes nos los mandaba, aunque eran más sutiles, más suaves. Hoy son gritos, regaños y recordatorios de que nosotros no somos los dueños del planeta sino que somos usuarios, como las demás especies y que tampoco somos tan fuertes como, a fuerza de los años, lo hemos pensado. En nuestra visión de fuerza es donde radica nuestra mayor debilidad. El cambio climático, la deforestación, el crecimiento demográfico incontrolado, el sobreaprovechamiento de los recursos comienzan ya a pasarnos factura y no sea que queramos actuar de último momento. No es que sean las primeras señales, estos son los focos rojos que indican una necesidad profunda e inmediata de cambios en nuestra manera de vivir. El hambre ya no es solo cuestión de riqueza o pobreza, también es consecuencia de la patente escasez de alimentos en el mundo, los huracanes son más intensos y numerosos, los climas han cambiado, ¿no es suficiente para hacer una reflexión? Estamos acabando al mundo y no nos resulte extraño que él acabe con nosotros como ya lo prevé Isaac Asimov. No es esto una cuestión de unos años o del Protocolo de Tokio y los gobiernos. Por nosotros debe empezar la voluntad y sumar esfuerzos pues todos hemos contribuido al problema, yo mismo acepto mi culpabilidad al utilizar energía en la máquina en la que escribo; sin embargo si fuimos capaces de destruir ecosistemas, extinguir especies, bien creo que podemos invertirlo aunque el camino sea largo y difícil, ¿o esperaremos que sea imposible?
Seamos responsables de nuestros actos, pero de todos, que las envolturas tiradas en la calle también tienen consecuencias, por vacuo que se lea.
Apenas leí que la Agencia espacial estadounidense reveló que un cuerpo estelar de algunos metros de diámetro pasó cerca de la Tierra y fue cuando me dio por escribir esto, con la intención de saber si de verdad seremos tan irresponsables que llegará el día en que un cataclismo estelar sea más anhelado que otra cosa por la insustentabilidad de la vida en este planeta, que hay que recordar, es el único que tenemos. ¿Habremos de resignarnos al día del juicio y pretextar que si un fin se acerca de qué vale pues el esfuerzo? Cada día es distinto, hagamos hoy lo mejor que podamos y quedémosle bien al mundo, que él, de sobra nos ha dado ya.
Tragedias de la semana, parte 1
Vaya semana de tragedias la pasada, que recuerda sin duda la fragilidad del ser humano ante la grandeza y majestuosidad de este planeta en que nos ha tocado vivir. Curiosamente esta ocasión no da simplemente para hacer miras locales, sino extrapolarlas más allá al ámbito nacional e incluso al internacional.
Si pensamos en una de estas tragedias no podemos pasar de largo esta discusión que nuestra eminente asamblea legislativa mantiene respecto de la obesidad en población infantil y la relación ―vaya que sí se han puesto a atar cabos― que tiene con la comida alta en calorías y con bajo valor nutrimental. Ello era sólo el principio.
Luego sale a la luz que dentro de las propias escuelas, no se tiene un control estricto en las concesiones que se otorgan para la parte alimentaria de los educandos y es ahí donde más se puede encontrar ese tipo de alimentos; dicho con todas sus letras, tienen los alumnos como primera ―y en ocasiones, única― opción, ser consumidores de los alimentos harto mentados.
Y la historia da para más. Uno se entera por la prensa o los medios masivos que el grueso de los maestros encargados de la educación física en las escuelas de educación básica, no son especialistas en la materia so pretexto de no haberlos, al menos es lo que la Secretaría de Educación Pública argumenta y, en ese sentido, he hecho un poco de lógica mental y recuerdo a todos los profesores voluntarios, sean normalistas o no y me pregunto ¿es que verdaderamente ninguno de aquellos será especialista en la educación del cuerpo? Sinceramente me surgen severas dudas.
Ya para terminar este punto, hace unos días escuché una entrevista que se hacía a Bernardo de la Garza ―me ahorraré mis puntos de vista, pero cabe recordarlo primero como candidato del Partido Nueva Alianza, luego desapareció para resurgir, como el fénix, bajo las cenizas de una Comisión Nacional del Deporte legada por el ex futbolista Carlos Hermosillo. Curiosamente yo no lo habría relacionado nunca con el ámbito deportivo, pero bueno, dije que me ahorraría percepciones― que la materia de Educación Física para la educación básica estaba a cargo directamente de la SEP, no de la CONADE, lo cual a más de sorprenderme, me preocupó. Es decir, que hasta este año, las generaciones hemos estado a cargo primero: de profesores de dudosa calidad profesional; segundo: de una secretaría cuyo referente más conocido es la neo nomenclatura de la Influenza AH1N1; tercero: de las mafias que ponderan lo monetario sobre la salud sin importar los alumnos. No cabe duda que la ambición y el poder corroen.
Otra de las tragedias ha sido la muerte de dos jóvenes estudiantes de la maestría del Tecnológico de Monterrey, sito en la capital Neoleonesa. Ello nos ha de remitir sin duda a la llamada “guerra contra el narco” emprendida por el ejecutivo nacional desde el inicio del actual gobierno. No cabe duda que el impacto mediático fue fortísimo, no ya por el hecho per se ―que de asesinatos nos vamos malacostumbrando― sino por la institución en la cual se dio tan lamentable hecho que hizo voltear las miradas del país entero hacia una realidad de la que tal vez nos estábamos resguardando.
El espacio escolar es casi sinónimo de protección para un estudiante, por lo menos es la opinión que tengo y cuando éste se vulnera o se transgrede, la sensación se esparce como el polvo, por todos los rincones y a todos los niveles. Tómese por ejemplo claro de ello la situación ocurrida en la Universidad Nacional Autónoma de México, afuera del acceso principal de la Facultad de Filosofía y Letras: la muerte de un narcomenudista. Yo vi alboroto y opté por utilizar otra salida, pero al enterarme del hecho vía los noticieros, sentí una desazón tremenda, porque fue en mi facultad, porque todo pudo prevenirse, porque ya no me sentí tan protegido en esa fortaleza sin muros, porque la realidad se estaba imponiendo de manera terrible.
Lo mismo fue en el caso regiomontano, aunque más impactante porque ya no era una persona ajena a la institución sino alumnos. Jóvenes que nula culpa tenían y que fueron las excepciones para aquella tan célebre frase: “el azar favorece a una mente preparada”. Esta vez a ellos no los favoreció.
Terrible de verdad. Monterrey se suma a la percepción de peligro que todo el norte del país, especialmente Ciudad Juárez. Verdaderamente se hace notar que esto es un escenario de guerra y los muertos caen de ambos bandos. no parece en camino de una resolución pronta y es mejor, por lo menos más sensato, aprender que es nuestro tiempo y nuestras circunstancias y con ellas tendremos que sobrevivir.
Amén de estas muertes lamentables, últimamente se ha hecho famoso el nombre Paulette Guevara Faráh (no sé si esté bien escrito porque lo anoto de memoria), niña muerta en circunstancias turbias. Por un lado los padres, por otro las nanas, por otro el procurador de justicia del Edomex. Y a fuerza de ser sinceros, más allá de un crimen se ha vuelto una telenovela, por cierto bastante mala. Tácheseme de insensible si es el sentimiento del lector, pero antes permítaseme esgrimir el porqué de mi frío comentario y después, habiendo sopesado lo que escriba, júzgueseme y en caso de no haber apelaciones ni defensor de oficio, condéneseme a la pena capital.
La situación ha dado tumbos entre declaraciones de infidelidad por parte de la madre de Paulette con un instructor de gimnasio con quien se fue de viaje a Los Cabos, de modo que se evidencia el gusto por los lujos y la buena vida, que aunque eso no es crimen es curioso. Luego, resulta que el nombre de dicho amante es falseado y que indicia a un, sí, amigo de la mujer, pero no en las circunstancias supuestas. Hombre que además, en un acto de valentía ―o de publicidad aprovechando el momento― está dispuesto a colaborar y declarar en cuanto las autoridades lo soliciten, porque ni se ha escondido ni era prófugo de la justicia ―hasta da gusto saber que todavía existen seres así en el país ¿no?―, aunque ―supongo que por mera precaución―sea su representante legal quien emite las respuestas ante las cámaras.
Se le agrega la endeble situación familiar, particularmente de pareja que se vivía en casa de la niña. De forma sorpresiva los padres se separan ¿pero por qué será? A ello hay que anexar que después de brillar unos días en todos los programas de noticias, respondiendo preguntas y dando entrevistas exclusivas a tontas y a locas, resulta que la familia del padre de la menor emite un comunicado, emulando a las grandes personalidades, en el que toma una postura de no dar más declaraciones ante los medios y solicita se respete el dolor por la muerte de la pequeña.
En cuanto a la madre parece la más feliz de ser tomada por las cámaras televisivas ya que ha dado un par de entrevistas, si no me equivoco una para Adela Micha, periodista de Televisa y otra para Lily Téllez, de Televisión Azteca, ambas con adjetivo de “exclusivas”. Sin olvidar aquella donde pide a quienes tengan a su hija que “la dejen en un centro comercial”. No hay comentarios al respecto.
Parece suficiente ¿no? Pero hay más. Hace poco salió a la luz una grabación en la que al parecer, la madre de Paulette dice a su otra hija que “hay que decir que extraña mucho a su hermanita porque si no puede haber malentendidos” ¿Se referirá a posibles cargos por homicidio? Eso es en cuanto a la familia.
Por otra parte, las autoridades de procuración de justicia del Estado de México también parecen disfrutar de los flashazos de las cámaras y de los micrófonos con gomas de colores que diferencian las distintas cadenas de noticias porque se les ha visto mucho dar conferencias de prensa. Además, gustan de hacer reconstrucciones de hechos incluso dos veces, ello por si en la primera hay errores, nimios, por supuesto, como no encontrar un cadáver, pero como dije, para eso hay una segunda chance.
¿Díganme si no es risible? Con ese tipo de peritos, investigadores y detectives, no es raro que algunos extrañemos aquellos filmes como James Bond, o el súper agente 86, vaya, incluso el inspector Gadget (Truquini para los amigos) resulta más perspicaz que nuestras eminentes autoridades, sobra decir que Cody Banks pudo ayudar también.
Sólo me quedan las nanas que no me merecen mayor opinión que la de haber estado en el lugar equivocado en un momento poco afortunado. Las he visto por lo menos en un par de ocasiones en el noticiero que conduce Javier Alatorre y en los videos de las reconstrucciones de hechos.
Por último, la noticia fue para los medios un oasis del que vivieron al menos un par de semanas siempre reportando sobre “el caso Paulette”, en alguna emisión hubo hasta recreación digital del inmueble donde fue encontrada, con lo cual se desquita la tecnología en la que han invertido.
La crítica va en este sentido: Si bien es cierto que el caso es lamentable, no solo por ser una muerte cuyas causas no han sido aclaradas, además por ser una menor con problemas intelectuales y por tanto ser indefensa, también es cierto que casos como esos les suceden a más de una familia todos los días en cualquier ciudad del país, del mundo y no se les da la misma magnitud que al susodicho.
No afecta mi sueño el papel de los medios y su obligación de informar, sin embargo parecen alimentar de fuegos fatuos una nota que sin dejar de ser dolorosa, se ha convertido en una suerte de monstruo que cada vez se parece menos a sí mismo cuando comenzó. El papel de las autoridades deja en claro que son incapaces de manejar una situación así y que las cámaras a más de intimidarlos, los hacen dar declaraciones prematuras en las que se descubren errores infantiles haciendo más gris su ya desmejorada imagen. Para la familia aparentaba ser más un trampolín a la televisión en cadena nacional que una situación de dolor y pena.
Creo que la muerte de la niña se suma, al final, desgraciadamente a las estadísticas. Espero ser testigo de unas investigaciones mejor llevadas, con mayor seriedad y que no se desvíen hacia lo farandulero. Muchos más niños mueren cada día, hay más Paulettes que sufren destinos similares, hagamos caso a esos que no están en televisión sino en nuestro propio vecindario, porque no son ni ella, ni Cabañas, ni los alumnos del Tec: Ellos son la punta del iceberg, hay que atrevernos a mir