La primera reacción fue de sorpresa, pues aunque el talento del joven futbolista es innegable, también es cierto que la transferencia se presentó de forma veloz. Además, el contexto propio del equipo inglés no era en tal momento muy bueno. en los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa tuvieron un rotundo fracaso. Primero, al jugar en el estadio del Bayern Münich donde el despliegue futbolístico de los diablos rojos fue pobre por decirlo menos. Ninguna de sus estrellas brilló en campo de los alemanes, ni Rooney, ni Nani, ni Wallcot, ni Van der Sar.
Todos sucumbieron al trabajo de los bávaros, comandados por el “cara cortada” Rivery. Sin embardo, era esperado incluso por los apostadores de todo el mundo que en Inglaterra, la cosa fuera distinta pues pareciera que no se podría jugar peor. Todo ello sin contar los focos rojos que se despertaron cuando Wayne Rooney salió cojeando del juego porque se lesionó el tobillo.
El juego comenzó de manera espectacular con un gol apenas en los primeros minutos de juego con lo que el “Teatro de los sueños” hacía honor a su nombre y dejaba que los rojos animaran con bríos renovados a su equipo, olvidándose incluso del ausente Rooney. Poco después el portugués Nani ingresó al área de los alemanes y aprovechó un tiro – centro fortísimo desde la derecha y con un salto, jaló el balón con el pié derecho, logrando un gol de alto nivel de dificultad y estética. Realmente no podía pedirse un mejor arranque de partido para los ingleses. Pero quien parecía cristalizar la resurrección del Man U fue nuevamente Nani, que cerró la pinza nuevamente por el centro y con un tiro certero anotó el tercer gol, segundo en su cuenta. Odd Traford gritaba extasiado pensando ya en las semifinales del torneo.
Pero ya cerca del final del primer tiempo los alemanes reaccionaron ante un error de la defensa y marcaron el primer gol. Ello cambiaba totalmente la situación pues buscaban uno más para dejar en el camino al equipo inglés y enmarcar la victoria en casa ajena, debido al criterio del gol de visitante. Fue Robben quien en un tiro de esquina desde la punta izquierda, recorre el área grande y con una volea precisa y preciosa conecta de pierna izquierda el balón, incrustándolo en el ángulo inferior izquierdo de la portería del portero holandés.
Ante esta perspectiva fue que la noticia de que el Club Guadalajara lograra colocar a un joven de 21 años en la delantera del club inglés, causó tan gran revuelo. Cabe notar que el traspaso sorprende pues es directamente el club inglés quien solicitó su firma, no como el caso de Hugo quien pasó por el Atlético de Madrid antes de llegar al Real. Se puede decir que la negociación fue inteligente al no dar pie a especulaciones que pudieran generarse ya en el próximo mundial de Sudáfrica.
Respecto del jugador, me parece tiene las condiciones, y sobre todo ambición de jugar. En estatura quizá no sea muy alto, apenas 1.75m., pero ello no debe ser impedimento para él. Todo pareciera confirmar lo que aparecía hace tiempo en la página de la FIFA, donde mencionaban que la dupla mexicana para el mundial (Carlos Vela y Javier Hernández) estaba por encima de naciones como España, aunque ahí creo que fue más el efecto mediático que un concienzudo análisis, pues hay que ser optimistas pero un toque de realismo no cae mal.
El futbol mexicano expresó su sorpresa y el público su satisfacción y palabras de apoyo. Las televisoras dedicaron, en los espacios de deportes, mucho de la discusión a ese traspaso. Se elogiaron sus capacidades de remate con la cabeza, la capacidad de definición con ambas piernas, la explosividad de carrera en distancias cortas, los recursos variados para definir, drible peligroso y ante todo la humildad con que el muchacho asumió ese enorme paso en su carrera.
Sin embargo me pareció terrible que se sorprendieran tanto con el hecho de que el “chicharito” haya dado una entrevista en inglés, punto que también fue atendido con singular sorpresa por los comunicadores. ¿Qué imagen dan del futbolista mexicano cuando el simple domino de un idioma ajeno al materno les causa tal efecto? Quizá en parte estén hablando de una gran verdad que vuelve a ser el conformismo mexicano, en el que un futbolista no piensa en una leve superación educativa, pero, al expresarlo de manera tan dramática fomentan en los televidentes un sentimiento de que si aquellos a los que miran como exitosos no tienen mayores ambiciones, entonces ellos pueden seguir viviendo igual.
Recordemos que toda sociedad necesita ejemplos para inspiración, héroes, y en ellos depositan quizá los anhelos, los sueños que no han podido realizar, por ello es importante que elogiemos sí las cosas, dentro de su disciplina, en las que ha triunfado y por las que ha logrado alcanzar los niveles en los que se encuentra. Más aún, reconocer, como en el caso de Hernández, aquello extra que hace un ser más completo al ícono, pero no mostrarlo como una suerte de deformación, sino hacer notar que eso podríamos copiarlo y así parecernos más al héroe, es decir que sirva como un ejemplo, no como un ejemplar de circo: Hernández es bueno como futbolista y se le puede imitar el deseo de mejorar su cultura puesto que domina el inglés; no es, como lo presentaron, un futbolista mexicano atípico que ¡Oh, por Dios! habla inglés. No sé si me explico.
Confío en que no pase lo mismo con él que con Carlos Tévez, quien salió de los Diablos Rojos por falta de minutos. El “chicarito”o “little pea” (sí, yo también hablo inglés jaja) tiene las ganas y la capacidad para ser un indiscutible en el cuadro de Sir Alex Ferguson y acompañar a la estrella Rooney. Ya se convirtió en favorito de la afición mexicana incluso de alguien como yo que soy confeso americanista, ahora está allá, como una vez le dijo un periodista a Hugo Sánchez “usted no viene aquí a aprender, viene a enseñar”.
La tarea no es fácil, tendrá que ganarse a la afición con goles, y deberá convertirse en un ídolo, como en su momento lo fue Christiano Ronaldo. En cierto modo debe reivindicar las criticadas decisiones de los directivos con las que la afición no ha estado muy de acuerdo. Esperemos que tenga las oportunidades y las aproveche como hasta ahora lo ha hecho.
Como aficionado estoy contento no sólo por el chico, evidentemente esto puede ser el principio de una verdadera internacionalización del futbol mexicano, mejor aún, puede que los semilleros de jugadores exporten cada vez más hacia el soccer del viejo continente.
Esperemos que este nuevo héroe sea motivación para ver que más allá de lo que nos toca hacer, podemos esforzarnos y superar nuestros límites intelectuales. Es hora de hacer más allá de lo meramente necesario. El esfuerzo no mata, y sólo el que se arriesga gana. Vaya desde aquí una felicitación para el jugador y para los que hicieron posible su llegada al Manchester United, que todo sea éxito, porque ése se les desea a los de talento y él lo tiene.
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