Tan pronto como el viento
tan intempestivo
llegué a tu cuerpo y reventé en tu piel
me deshice en tu cabello
asi fue
Como el sol acaricié tus pensamientos
te bañé con mi ternura
mi cálidez, mi abrazo
te iluminé el camino...
pero llegó la noche
Fuiste roca que tallaba
con mis manos de río
de agua corriente, hasta redondearla
pulirla con cariño y esmero
y rodaste hasta la orilla
Y sólo yo te conozco,
yo fui la casualidad,
el azar, la situación.
Tú eres la eternidad
el paisaje que embellece,
eres Natura,
la solidificaión...
y yo, yo ni un recuerdo soy
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Un agradecimiento por ingresar a estos vericuetos y dejar un mensaje...