No indagaré
demasiado,
intentaré
abdicar.
Buscar amor
rubicundo, real,
abundante,
generoso.
¿Agotarme?
Nunca.
Verdadera
amalgama,
romancero
atemporal.
Tantos
empeños,
andanzas,
matanzas,
orgullos.
Tremendos
esfuerzos
que unieron
intersticios entrañables,
recordando
oraciones.
Puedo alegar
rabietas, alardeos,
mas invocar
vacíos…
imposible.
Desnúdame,
amor.
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