Entre mi amor y tú no hay diferencia:
Tú eres la ilusión del fuego eterno,
la redención que salva del infierno
al infame aprendiz de amor y ciencia.
Entre mi amor y tú no valen nombres,
porque sobran las letras si hay un beso,
de amor o de pasión, diera por eso
mi libertad, la vida de mil hombres.
Entre mi amor y tú pasan las noches.
Tú mi luna prendida en la ventana,
a la que extraño tanto en las mañanas
y que consuela todos mis dolores.
Entre mi amor y tú, no sé qué digo,
porque estás tan lejana de mi mundo
y aunque sé que es distinto nuestro rumbo
quisiera que miraras al mendigo.
Entre mi amor y tú, amada mía,
no hay más que la ilusión de que me mires,
que tal vez, tú por mí, un día suspires.
Y permitas a mi alma la osadía.
Entre mi amor y tú va el imposible,
pero eterno calor que de mí surge,
por tu piel excitante que me urge
a imaginarme tuyo, ¡qué risible!
Entre mi amor y tú, niña preciosa,
quisiera desvelar el crucigrama
de encontrarnos en la misma cama,
de saber si quisieras ser mi esposa.
Entre mi amor y tú no pasa el tiempo
ni hay prisa, ni presión. Hay que ir despacio.
Te doy la libertad, dejo tu espacio,
yo sólo te ofrezco mis momentos.
Entre mi amor y tú hablan las miradas,
el lenguaje oral a veces sobra,
si nuestros cuerpos se juntan en la obra
maestra del amor, con las luces apagadas.
Entre mi amor y tú hay música viva:
tu risa y mi emoción cantan en coro.
Mirarte un segundo, vale más que el oro,
besarte con pasión intempestiva.
Entre mi amor y tú quizá no hay nada
pueden ser sólo sueños de agonía
promesas vanas, para pasar el día.
Pero eso no me dice tu mirada.
Entre mi amor y tú, ocaso loco
que ocultó nuestras manos de la vista
yo bien sé que quizá no estés lista
pero deja acercarme poco a poco.
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