30 marzo 2011

"Puntos suspensivos" en Diccionario de dudas de José María Cumbreño

Con el uso, una herramienta se va pareciendo a su dueño.

La función crea el órgano.

Según las gramáticas, los puntos suspensivos sienten temor, dudan, se asombran. Dejan frases a medio terminar. Son nerviosos e inseguros.

Se colocan al final de listas, enumeraciones e inventarios donde hacer recuentos de lo que se tuvo o se ha sido, donde anotar lo que no se tiene o no se es.


José María Cumbreño, Diccionario de dudas.

29 marzo 2011

Diccionario de Mexicanismos: bailar

bailar. TR. coloq. Ridiculizar al contrario en una competencia: "Cruz Azul bailó a Tigres ayer por marcador de 6-0". || 2. En el futbol o baloncesto, esquivar hábilmente al adversario: “El delantero bailó al portero y anotó”. ||3. INTER. coloq. Salir alguien perdiendo o llevársela peor parte de algo: “Bailamos con el negocio”. || - con la más fea. LOC. VERB. coloq. Llevarse alguien la peor parte: “Lo sacaron del testamento y le tocó bailar con la más fea”. || - el oso. LOC. VERB. Retar a una pelea: “Vamos a ver bailar el oso al campeón mundial de boxeo”. || - las calmadas. LOC. VERB. coloq. Tratar asuntos ríspidos de la manera más tranquila posible: “El secretario ha preferido bailar las calmadas y no enfrentarse con los medios”. || - los ojos. LOC. VERB. supran. pop/coloq. Desear a alguien o algo: “A Juan le bailan los ojos por María”. ||ya bailó (Berta). EXPR. pop/coloq/euf. Se usa para expresar que algo se ha malogrado: “¡Ya bailó Berta, llegaron mis papás!

26 marzo 2011

Minucia de hoy: ¿asesino u homicida?

Tengo la impresión de que tanto en lengua hablada como, sobre todo, en lengua escrita, particularmente la de naturaleza periodística, a veces se emplean como sinónimos las voces asesino y homicida. Conviene tener en cuenta, sin embargo, que casi todos los diccionarios señalan diferencias semánticas no poco importantes entre ambos términos. Es muy probable que estas diferencias sean aún más precisas en el léxico jurídico. Conviene primero señalar que del sustantivoasesino proviene, como derivado, el verbo asesinar y el sustantivo asesinato; no hay un verbo morfológicamente relacionado con homicida, aunque sí el sustantivohomicidio. Tanto el asesino cuanto el homicida causan la muerte de alguien o, si se quiere, ambos matan. Sin embargo sólo el asesino lo hace con premeditación, alevosía y ventaja; no necesariamente así el homicida. El conductor que por accidente atropella a una persona, si ésta muere por ello, es un homicida, no un asesino. El que le quita la vida a otro premeditadamente es un asesino. Si el chofer de un vehículo atropella y mata a una persona intencionadamente, no es un simple homicida sino un asesino. Si alguien mata en defensa propia es, sin duda, un homicida y puede no ser un asesino. Esta diferencia, en ocasiones, queda reflejada en la lengua: el microbús que atropella y mata a una persona no es unmicrobús asesino; sí lo es el cuchillo del que mata con premeditación y alevosía; por ello decimos: "ésa es el arma asesina". Cuando alguien quiere injuriar a quien mató con ventaja no le grita ¡homicida! sino ¡asesino! ¿Será homicida el soldado que mata en la guerra o el verdugo que ejecuta al sentenciado? Si nos basamos en la definición de homicida como voz común ('causante de la muerte de alguien', dice el DRAE), sí lo serán, y no sólo ellos sino también el arma del soldado o el instrumento del verdugo: ambos, el soldado y su fusil, el verdugo y la guillotina, son causantes de la muerte de alguien.
En la lengua estándar, es decir en la no literaria ni técnica, es probable que se emplee con mayor frecuencia el vocablo asesino que homicida. No pocos hablantes no sólo no emplean el término homicida, sino que no saben exactamente qué significa. Todo mundo en cambio conoce y emplea el vocablo asesino, aunque en ocasiones se confunda con homicida ("lincharon al chofer asesino"). Su conocimiento generalizado explica asimismo que, con no poca frecuencia, se emplee de manera figurada ("asesinó mis ilusiones"). Por no conocer con precisión las diferencias entre asesino y homicida se producen expresiones en alguna medida redundantes: "lo asesinó alevosamente" (todo asesinato es, por definición, alevoso). Por lo contrario, quizá ya no resulte tan redundante el siguiente enunciado: "fue un homicidio involuntario" (ciertamente, un homicidio voluntario es un asesinato; sin embargo, en la definición de homicidio no se señala expresamente que la muerte que se causa no se debe a una acción intencionada). En otras palabras, todo asesinato es un homicidio, pero no todo homicidio es un asesinato. El asesinato viene a ser, entonces, un tipo particular de homicidio.
Por lo que respecta al origen y etimología de estos dos términos, comienzo diciendo que el más antiguo parecería ser homicida, pues no es sino un latinismo crudo (no evolucionado), un cultismo. En efecto, el término latino homicida es sin duda anterior al término español asesino. Lo que no resulta tan seguro es que el término español homicida también lo sea. En otras palabras, es probable que la introducción en la lengua española del cultismo latino homicida pudo haber sucedido después del ingreso a la misma lengua del vocablo asesino. Coinciden los diccionarios etimológicos en asignar un origen árabe a la palabra asesino: dehassasin, 'adictos al cáñamo indio', es decir bebedores de hachís. Según algún diccionario (el de Gómez de Silva), "los primeros asesinos etimológicos eran seguidores del Shayj al-yabal ('Viejo de la Montaña', siglo XI), quienes cometían homicidios secretos bajo el influjo del hashish". En ese mismo lexicón se propone el siguiente itinerario del vocablo: del árabe al latín medieval (assassinus) y de éste al español (asesino). En efecto, si la incorporación del arabismo es tan temprana (siglo XI), es difícil que se haya hecho directamente al romance (español en avanzada formación); lo que es probable es que haya existido una etapa intermedia en el latín medieval (que no debe confundirse con el latín vulgar). Por mi parte, pienso que, de aceptarse la etapa de assassinus, es posible que ésta haya tenido lugar precisamente en el latín medieval español, es decir el escrito en España, pues por esa época era en España, mejor que en cualquier otro sitio, donde había una importante influencia árabe. Así, ese assassinus medieval pudo originar no sólo el asesino español, sino también el assassin francés e inglés, que conservan la a protónica, vocal que el español, por disimilación con la a inicial, cambió por e (assassinus > asesino).

Cuento: El rinoceronte de Juan José Arreola

El gran rinoceronte se detiene. Alza la cabeza. Recula un poco. Gira en redondo y dispara su pieza de artillería. Embiste como ariete, con un solo cuerno de toro blindado, embravecido y cegado, en arranque total de filósofo positivista. Nunca da en el blanco, pero queda siempre satisfecho de su fuerza. Abre luego sus válvulas de escape y bufa a todo vapor.

(Cargados con armadura excesiva, los rinocerontes en celo se entregan en el claro del bosque a un torneo desprovisto de gracia y destreza, en el que sólo cuenta la calidad medieval del encontronazo.)

Ya en cautiverio, el rinoceronte es una bestia melancólica y oxidada. Su cuerpo de muchas piezas ha sido armado en los derrumbaderos de la prehistoria, con láminas de cuero troqueladas bajo la presión de los niveles geológicos. Pero en un momento especial de la mañana, el rinoceronte nos sorprende: de sus ijares enjutos y resecos, como agua que sale de la hendidura rocosa, brota el gran órgano de vida torrencial y potente, repitiendo en la punta los motivos cornudos de la cabeza animal, con variaciones de orquídea, de azagaya y alabarda.

Hagamos entonces homenaje a la bestia endurecida y abstrusa, porque ha dado lugar a una leyenda hermosa. Aunque parezca imposible, este atleta rudimentario es el padre espiritual de la criatura poética que desarrolla, en los tapices de la Dama, el tema del Unicornio caballeroso y galante.

Vencido por una virgen prudente, el rinoceronte carnal se transfigura, abandona su empuje y se agacela, se acierva y se arrodilla. Y el cuerno obtuso de agresión masculina se vuelve ante la doncella una esbelta endecha de marfil.

25 marzo 2011

Y llegó el iPad 2


Así es queridos lectores, desde el día de ayer se puede conseguir el nuevo device de Apple, el fantabuloso iPad 2 (si se preguntan por qué no digo "la fantabulosa", es sencillo, porque hago referencia a un device o dispositivo, ergo,es masculino, pero bueno, eso no importa mucho. Sigamos). Apenas el año pasado se presentó con gran éxito, la primera generación de una tableta que se sitúa a caballo de un teléfono inteligente (smartphone) y una portátil (netbook).

A primera vista parece un oxímoron el respecto de la tendencia hacia la reducción de tamaño en los nuevos gadgets en franca batalla por reunir mayores funcionalidades en un espacio cada vez más limitado. Época no apta para el minimalismo.

En ese sentido, es por todos sabido (y si no recuerden a Los Simpson cuando, en el futuro, Homero ha compradu un aerodeslizador) que las primeras versiones de casi cualquier cosa, tienen defectos o áreas en las que puede mejorar mucho. Para el iPad (llamémosle 1), las principales críticas iban sobre la imposibilidad de ejecutar varias aplicaciones a la vez, la falta de una cámara web, las limitaciones de la memoria, la ausencia de puertos usb (u de cualquier otro tipo), salvo, claro el dock de 30 pines que es el típico de los dispositivos Apple.

Básicamente, lo que llamó la atención, según mi entender (con toda la envidia que pueda leerse pues yo no tengo uno de estos aparatejos) fue el tamaño, vaya, era como hacer un iPod para Gulliver, somos tan básicos que unas cuántas variaciones, sin demeritar el trabajo de desarrollo del hardware ni del software, claro está, pero en lo general cumple las mismas funciones y es sorpresivo cómo el mercado y la gente lo celebran cual si fuera, dice una amiga, "la última chela del bote". No obstante, tengo que aceptar el encanto de leer revistas, libros, periódicos, navegar por internet, adquirir juegos, ver videos, fotografías. Sí, de que está mono el dispositivo, lo está.

En fin, pero aquello pasó rápidamente y se comenzó el desarrollo de una versión mejorada, que es de la que trato de escribir hoy. Pero los datos técnicos no serán el punto departida para este texto, esos se pueden consultar perfectamente en otros sitios.

La segunda versión del iPad tiene, para empezar, un tamaño y grosor menores que la primera versión. En ese sentido, incluso cuando se pensó en un dispositivo de mayor tamaño, la tendencia de reducir espacios se impuso. Además, integra dos cámaras, una frontal y una trasera para videollamadas y grabación de video en alta definición (30 cuadros por segundo). Gracias a los procesadores nuevos, el iPad 2 ofrece un doble de velocidad y una calidad mejorada, en 9 veces, de los gráficos respecto de su precedente. También tiene la posibilidad de realizar videollamadas con el sistema facetime.

Incluye un giroscopio como los otros productos de Apple, y una salida de video de alta deficinión. En cuanto al software, cito las referencias de otra reseña:

Software

El iPad traerá el siguiente software right-out-the-box:

  • App Store: Software que permite adquirir aplicaciones (tanto las del iPhone, disponibles en zoom x2 o en tamaño original, como las nativas del iPad). Los propietarios de aplicaciones para iPhone pueden utilizarlas en su iPad sin necesidad de volver a comprarlas. El paquete ofimático iWork tiene su propia versión para iPad, que se puede adquirir por 10 dólares la aplicación (7.99 €uros cada uno), y está compuesto por las aplicaciones Pages, Numbers y Keynote. También, la aplicación iBooks está disponible para descarga gratuita, pero no viene incluida en el dispositivo por defecto.
  • Safari: navegador de Internet con soporte para HTML 5.
  • Mail: para gestionar correos electrónicos con Microsoft Exchange, MobileMe, Gmail, Yahoo! Mail y AOL.
  • YouTube: navegador y visualizador de YouTube.
  • iPod: función equivalente a su análogo reproductor multimedia iPod.
  • iTunes Store: para comprar música, videos, descargar Podcast y visualizar contenidos.
  • Mapas: Para visualizar mapas y establecer rutas, utiliza la tecnología de Google Maps incluido el servicio de Street View.
  • Notas: Un bloc de notas, para tomar apuntes, pegar texto en él.
  • Calendario: Un calendario para gestionar citas y fechas especiales.
  • Contactos: Para gestionar tus contactos.
  • FaceTime (Únicamente iPad 2)
  • Photo Booth (Únicamente iPad 2)

En realidad creo que es en las aplicaciones, como siempre, donde está el mayor poder de este dispositivo.Puede usarse, incluso, para ver el DRAE (chiste muy local, valga saber). Así que, mis queridos contertulios, si tienen el dinero suficiente para comprarse la segunda versión de este juguetito, no lo duden, creo que tiene buenas cosas para divertirse, además, supongo que el jailbraking estará disponible pronto jeje.

No olviden que si les alcanza, yo no me opongo a que me regalen uno. Cuéntenme qué tal funciona su gadget, aunque sea por el puro gusto de ver a este bloggero, morir de la envidia. Me despido pero les dejo unos videínes y una liga para las noticias que se dieron sobre este lanzamiento. Sean felices. Agur



Revisiones (en inglés)



Recomendatio: Nocturno miedo de Xavier Villaurrutia


Todo en la noche vive una duda secreta:
el silencio y el ruido, el tiempo y el lugar.
Inmóviles dormidos o despiertos sonámbulos
nada podemos contra la secreta ansiedad.
Y no basta cerrar los ojos en la sombra
ni hundirlos en el sueño para ya no mirar,
porque en la dura sombra y en la gruta del sueño
la misma luz nocturna nos vuelve a desvelar.

Entonces, con el paso de un dormido despierto,
sin rumbo y sin objeto nos echamos a andar.
La noche vierte sobre nosotros su misterio,
y algo nos dice que morir es despertar.

¿Y quien entre las sombras de una calle desierta,
en el muro, lívido espejo de soledad,
no se ha visto pasar o venir a su encuentro
y no ha sentido miedo, angustia, duda mortal?

El miedo de no ser sino un cuerpo vacío
que alguien, yo mismo o cualquier otro, puede ocupar
y la angustia de verse fuera de si viviendo
y la duda de ser o no ser realidad.

¿Teni o tenis? ¿cómo se dice?

La voz tenis, como tesis, dosis, crisis, paréntesis, es invariable en número. La forma para indicar el plural o el singular de este sustantivo es la misma: tenis. Se puede indicar si la voz está en número singular o plural por medio del artículo que lo modifica: tienes sucio el tenis; me gustan los tenis blancos; perdí un tenis; quiero unos tenis nuevos.