20 febrero 2011

Si no fueras tan tú...

Si no fueras tan tú, sería más fácil

definitivamente más sencillo

pudiera hablarte al oído desde lejos

o refugiarme en tu desnudo cuerpo,

podría besarte, podría tenerte

algo más asequible que los sueños.


Pero me llegas tú

me llegas y derrumbas ilusiones

y no te ajustas al establecido cánon,

¡Qué afán de diferencia! ¡qué tanto de rebelde!

¿por qué no puedes, diré, normalizarte?

Porque es tan tú aquello de pensar

de tener conciencia y albedrío

de cuestionarme todo lo que digo

te insubordinas

y escapas de los lazos del olvido.


Si no fueras tan tú

requeriría mucho menor esfuerzo

que le encontraras diversión a lo mundano

que no raye en lo absurdo dar la mano

que no es capitalista dar un beso.


Ni la filosofía lo sabe todo

ni Hegel, Shoppenhauer, Kant o Freud.

¡Ellos qué saben más alla del ser!

Si no fueras tan tú lo entenderías

que si digo tu nombre

que si mis lágrimas cubren nuestros ojos

mis ojos que son tuyos

será porque me dueles en el cuerpo

me duele si se aleja tu recuerdo

si tu cuerpo se enciende en otro cuerpo

si vas amaneciendo en otros brazos.


Mas no sé qué decir cuando revientas

cuando tu afán se vuelve indomeñable

cuando te aferras, Sílfide inefable

y aunque me matas, en otro te alimentas.


Si no fueras tan tú

vaya deseo que surge de mañana

deseo de ti, deseo tu ser, mero deseo

deseo como tal tu pensamiento

vacua ilusión infantiloide.


Si no fueras tan tú sería más simple

definitivamente más sencillo

pero si no

si no fueras tan tú,

no sería bello.

Varios efectos del desamor

Añadir imagenExtrañarte, adorarte, estar caído,

lamentarme, llorar, escribir versos,

sollozar, recordar, soñar tus besos,

rodar, desconocer, andar perdido.


Aguantar, enojar, hacer esfuerzos,

añorar, pretender, hallar sentido

a una realidad que no había sido,

esperar. más amar tu cuerpo terso.


Dar distancia, dar tiempo, no estorbarte,

aprender que no voy hoy de tu mano,

respetar, imaginar que pronto parte


ese barco que se ancló en tu océano.

Darme fuerza en la promesa de adorarte,

que tendremos un amor Cortazariano

02 febrero 2011

Sucede que te miro


Sucede que te miro. Detrás de la circunstancia consecuente apareces. ¿Qué hago entonces? ¿Cómo me escapo? Te miro desde lejos y te extraño, pero de cerca siento que me estorbas. Sobre la platinada faz de la luna de octubre estás, y me da la nostalgia hasta las lágrimas, ¿no te pasa que la luna te trae memorias tristes?


Y tanto te miro que pareces real, pero eres fantasma. Flotas, te alejas, te desapareces y regresas cuando la casa cruje por la noche. Cuando subo la escalera escucho el eco de tu risa y por instinto vuelvo la vista: no estás. Te miro en los juegos de los niños, en el parque, en las calles vacías y en las hojas que flotan en el aire.


Te busco, lo confieso. Prefiero encerrarme en casa para poderte hallar. Te miro como a Silvia la miraban los niños, pero aquí no hay pequeña que me insulte y se ría de mis costumbres. Tampoco estoy con amigos y un par de tragos en las manos, así que aquella historia se va difuminando y se contrasta de la mía.


En todos lados sucede que te miro, en todos lados sucede que te busco. No obstante me preocupa ser tan sólo ese loco que no sabe qué hacer...

01 febrero 2011

PACMAN SIGUE VIVO

En esta ocasión mis queridos lectores, únicamente aprovecho para dejarles un rato de sana ociosidad, porque nunca se ha conocido caso de fallecimiento a causa de trabajar, pero...para qué arriesgarse ¿no?

Hurgaba en la web y encontré el juego clásico de PACMAN, sí, aquél semicírculo cuya tarea es comer puntos de color y evitar que lo maten unos perseguidores harto feroces. Me pareció divertido ponerlo en el blog para que los nostálgicos de los primeros videojuegos puedan tener algo por qué llorar.

Sin más preámbulos, ladies and gentlemen: This is pacman


Arenisca


De la arena te formas

con el polvo genético, aquél de siete días.

Por la noche tus huesos han crecido

y se forma tu cara

y te nacen los ojos.


El viento sopla fuerte,

levanta gránulos dorados a tu pelo

que ondula cual tormenta en el desierto.

Cuando aparece el sol estás completa.


Te incorporas a mirar el mundo

frente a ti. Las olas

te acarician con la brisa

y pulen tus orillas areniscas.


Tersa te haz vuelto y nimba

cual la Venus helénica sin brazos.

Sonríes y caminas hacia el agua

y la mar se agita alegre;

te celebra frenética, la fiebre

de sus aguas borbotantes.


Y el agua te deshace.

Derrumba tus perturbadoras piernas,

Poseidón,envuélvete, celoso

y te lleva de nuevo a las arenas.


¿Volverás a nacer en el ocaso?

¿Surgirá de la playa tu belleza?

Aguardaré paciente las respuestas,

sin importar que suba la marea,

que se mojen mis piernas, y mis manos...

...y que después no las vea.