Hoy por fin regresaste, te extrañé tantísimo. No puedes imaginarte cuanto pensé en ti, durante las mañanas, las tardes, las noches, la madrugada, porque la necia luna se posaba en mi cama para dejar tu perfume, y me dejaba solo la melancolía.
Tu foto me asesinaba la fuerza con esos ojos tan negros y hermosos que tienes. Extrañé tus besos, tus caricias, tus abrazos, tu risa, tu cuerpo, tu amor.
Pero haz vuelto amor hasta mis brazos, no tengo más que decirte, tu cabello en mi pecho y mis manos acariciando tu cuerpo terso y firme. Te amo, con la simpleza propia de la frase, con la fuerza de 10 mil hombres, con la intensidad de una súper nova, con el calor eterno del Sol, con la alegía del niño que corre, con la vitalidad el aire de montaña, y con la sinceridad de un pecho descubierto para ti.
Que bien que haz vuelto corazón.